El Gobierno arranca una semana decisiva en el Congreso con el Presupuesto y la reforma laboral

Debuta en el Poder Legislativo el nuevo esquema de poder que articulan Karina Milei y los Menem, mientras Santilli y Bullrich ponen a prueba su capacidad de negociación

El gobierno del presidente Javier Milei inicia una semana clave en el Congreso, en la que se pondrá a prueba no solo la fortaleza legislativa del oficialismo tras la contundente victoria electoral del 26 de octubre, sino también el funcionamiento del nuevo diseño de poder interno que tomó forma en las últimas semanas bajo la conducción política de Karina Milei y el armado territorial de los Menem.

Luego del triunfo en las legislativas, el sector ganador de la interna del Poder Ejecutivo —el denominado karinismo— avanzó en una reconfiguración del Gobierno que implicó mover piezas sensibles y redefinir interlocutores, en un contexto de vínculos dañados con varios gobernadores, incluidos algunos peronistas que hasta hace poco integraban el lote de los llamados “dialoguistas”.

Con un Santiago Caputo visiblemente desplazado del centro de gravedad del poder, pocas veces en los dos años de gestión de Milei quedó tan expuesto el reparto interno de funciones en Balcarce 50. En ese marco, el ministro del Interior, Diego Santilli, asumió un rol protagónico: en el último mes y medio recorrió provincias y recibió mandatarios en la Casa Rosada con un objetivo central y excluyente, garantizar los votos necesarios para aprobar el Presupuesto 2026.

El nuevo esquema dejó roles claramente delimitados. Santilli ya no concentrará la relación integral con el Congreso. Esa tarea será compartida con la Jefatura de Gabinete, desde donde Manuel Adorni dispuso que Ignacio Devitt se convierta en el encargado de aceitar las negociaciones más sensibles para la Casa Rosada.

Devitt, hasta hace pocos días lobista de Philip Morris, fue designado como secretario de Asuntos Estratégicos. Desde el Gobierno explicaron que, en los hechos, ocupará el lugar que dejó vacante Oscar Moscariello, cuyo paso por la Secretaría de Relaciones Parlamentarias e Institucionales dejó más interrogantes que resultados concretos, según deslizan con ironía en los pasillos del Congreso.

El Presupuesto, en la línea de largada

El primer gran desafío legislativo comenzará este lunes a las 17, con la constitución de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de Diputados. Allí, tras la caída en desgracia de José Luis Espert, la conducción quedará en manos de Alberto Benegas Lynch, quien ya lo había reemplazado durante la licencia del economista liberal.

Con el respaldo del jefe del bloque libertario, Gabriel Bornoroni, Benegas Lynch buscará imprimirle un trámite exprés al proyecto. En el oficialismo hay expectativas favorables: la intención de La Libertad Avanza es llevar el Presupuesto al recinto entre miércoles y jueves para obtener media sanción y girarlo rápidamente al Senado.

Bullrich y la pulseada por la reforma laboral

El escenario es más complejo para el Gobierno en la Cámara alta, donde la reforma laboral enfrenta mayores resistencias. La estrategia quedó en manos de la senadora Patricia Bullrich, que desembarcó en el Senado con aspiraciones de conducción política del bloque, emulando —según admiten propios y ajenos— el manejo a distancia que ejerce Cristina Fernández de Kirchner sobre el interbloque que lidera José Mayans.

Sin embargo, puertas adentro del oficialismo, dos senadores libertarios de la primera camada repiten desde hace semanas que “Bullrich es una senadora más”. Un mensaje que, ante la dificultad del panorama, se intensificó en los últimos días.

A la ex ministra de Seguridad se le acumulan los obstáculos: el calendario legislativo juega en contra y la demora del propio oficialismo en enviar el proyecto terminó por enfriar el debate. Según el esquema que Bullrich terminó de ajustar en las últimas horas, la discusión en comisión comenzaría este miércoles, con la intención de emitir dictamen rápidamente y habilitar el recinto entre Navidad y Año Nuevo.

No será sencillo. Por un lado, deberá convencer a los senadores de sesionar en pleno período festivo; por otro, evitar la proliferación de audiencias con expositores, una herramienta clásica de la oposición para dilatar los dictámenes.

Este martes, la reunión de Labor Parlamentaria —con la presencia de la vicepresidenta y titular del Senado, Victoria Villarruel, hoy desdibujada y en busca de protagonismo— intentará ordenar la discusión con el resto de las bancadas. El escenario para el oficialismo es cuesta arriba, pero aún no está cerrado.